Llevar tarjetas de crédito o débito parece ser la opción más práctica al viajar… hasta que comienzan los problemas. Durante nuestro viaje por Turquía, España, Portugal, Francia, Italia, Grecia y Panamá, aprendimos por experiencia propia que llevar varias formas de pago es indispensable.
A pesar de que avisamos con anticipación a todos los bancos sobre el viaje y habilitamos el uso internacional, nos encontramos con múltiples contratiempos:
- Algunos datáfonos no aceptaban ciertas tarjetas. En varios sitios la Visa no funcionaba, pero la Mastercard sí… y viceversa. Lo más frustrante es que la misma tarjeta que fallaba en un comercio, funcionaba perfectamente en el siguiente.
- Bloqueo de pagos digitales. A veces, al intentar comprar actividades o boletos por internet, el banco bloqueaba la transacción automáticamente. Esto nos obligó a probar una y otra tarjeta hasta que alguna funcionara, y más de una vez el precio subió mientras lo resolvíamos.
- En Panamá también tuvimos complicaciones. Incluso en este país, donde no esperábamos fallos, nos vimos obligados a cambiar de tarjeta para completar algunos pagos.
¿Qué aprendimos y qué recomendamos?
- Lleva al menos dos tarjetas (Visa y Mastercard de diferentes bancos si es posible).
- Activa y confirma en la app bancaria que estén habilitadas para uso internacional.
- Guarda algo de efectivo en moneda local, sobre todo para gastos pequeños o imprevistos.
- Ten activadas las notificaciones y soporte de tus bancos, por si necesitas desbloquear una tarjeta rápidamente.
- Consulta si tu banco permite tarjetas virtuales adicionales, a veces funcionan mejor para pagos digitales.
- No te confíes solo por haber dado aviso, los sistemas automáticos pueden bloquear igual.
Un viaje puede ser inolvidable… o frustrante si tus medios de pago te fallan. Mejor ir preparado y con alternativas que sufrir con un datáfono rebelde o una app bancaria inflexible.