Camila ya había revisado rutas, separado hospedajes, definido el itinerario, armado un presupuesto flexible, e incluso reservado algunas actividades para ella y sus padres. Todo parecía estar bajo control, hasta que, mientras revisaba los documentos, notó un detalle que casi pasa desapercibido: la vigencia del pasaporte.
Aunque no requerían visa para los países europeos que visitarían, descubrió que el pasaporte de ambos padres estaba a punto de vencer, y eso representaba un problema mayor de lo que imaginaba.
🔍 ¿Qué descubrió?
Que para ingresar a la mayoría de países del espacio Schengen (como España, Italia o Francia), el pasaporte debe tener al menos 6 meses de vigencia desde la fecha de salida del país de origen o del último vuelo del viaje. Y ellos, sin saberlo, estaban a solo semanas de que ese plazo se venciera.
💡 Lección importante:
Siempre, antes de comprar vuelos o reservar actividades, verifica la vigencia del pasaporte de todos los viajeros. A veces no se necesita visa, pero un pasaporte vencido (o pronto a vencer) es suficiente para impedir el embarque en el aeropuerto.
✍️ Consejo de Camila:
- Agéndalo: pon una alarma en el calendario con al menos 8 meses de antelación a tu viaje.
- Renueva con tiempo: en muchos países los trámites pueden tardar semanas.
- Verifica los requisitos por país, ya que algunos pueden pedir documentos adicionales o vacunas actualizadas.
¿Te interesa saber cómo organizar tus documentos de viaje, cómo solicitar una cita para renovar el pasaporte, o qué hacer si viajas con medicamentos controlados?
📌 Todo eso lo puedes encontrar en las próximas entradas del blog.